¿Cómo sería estrenar una Yamaha FZR750 de 1987?

No es la primera vez que nos encontramos con cápsulas del tiempo en el que en su interior aparecen motos con varias décadas a sus espaldas pero que nunca han conocido el rugido que esconden en su interior. Hemos tenido desde un sueco que sacó de la caja una Honda NR750 y una Honda RC30, a una Aprilia RS250 Cup que después de dormir el sueño de los dioses en Nueva Orleans llegó en la caja original hasta Londres o el más reciente de una Yamaha RZ500N de 1985 en Australia. Pero, ¿a que no podríais imaginaros que algo así podría ocurrir en España? Pues sí, ha ocurrido con nuestra protagonista, una Yamaha FZR750 de 1987.

Se trata de una moto que no se llegó a homologar en España aunque sí fuera de nuestras fronteras (la unidad de la que hablamos en concreto es canadiense). Llegaron algunos ejemplares a España a la espera de que se pudiese homologar y a la vez, para competir con ella. Motos Muriel, concesionario oficial de Yamaha por aquella época se hizo con dos ejemplares. Una de ellas se utilizó para rodar en circuito y la otra durmiendo al fondo del almacén.

Después de un largo sueño de 27 años decidieron ponerla a la venta. Una Yamaha FZR750 a estrenar, con sólo tres kilómetros en el odómetro aparecía en Milaunucios (para flipar, la mayoría pensarían que era mentira). Como tiene más de 25 años, la moto ahora sí se puede matricular como histórica y ahí es donde entra nuestro otro protagonista, su actual propietario y coleccionista Eduardo Sanz que nos ha acercado todos los detalles.

Tras hacerse con ella la Yamaha FZR750 ha tenido que ser convenientemente restaurada en algunos puntos ya que el paso de los años no perdona ni a los clientes de Corporación Dermoestética. El punto más crítico fue el de los carburadores ya que ni la tienda se acordaba de que en su momento fueron extraídos y la moto no contaba ya con ellos.

A estas alturas, los carburadores originales están descatalogados hasta en Japón, pero aunque estuviesen disponibles el precio sería cuanto menos prohibitivo, del orden de 3.000 euros más los gastos de envío. Por lo tanto, tocaba buscar cuáles se podrían adaptar y los elegidos fueron los de la Yamaha FZR1000 "Exup" que a pesar de ser de 38 y no de 36 como los originales, se han modificado para poder funcionar sin problemas. Las toberas, provenientes también de la 1000 se adaptan sin problemas. Se ha tenido también que adaptar el airbox y el cable del gas, pero ha quedado completamente funcional.

El resto ha sido peccata minuta como algún tornillo perdido con el paso de los años y por supuesto, líquidos y los neumáticos que a pesar de estar sin estrenar, 28 años han hecho que se parezcan más a los que llegaba un Ford T que a unas gomas de hoy en día aptas para la carretera.

Lo mejor, lo que os dejamos a continuación: arrancar una moto con 27 años a sus espaldas pero que nunca lo había hecho antes. Toda una experiencia.

Muchas gracias Eduardo por abrirnos tu garaje.