¿Cuantas veces te has fijado en una moto abandonada en la calle? Muchas verdad, pues algo así le ocurrió a un paisano de Barrow (Reino Unido), que se fijó en una Suzuki GT250M que había apoyada en una pared por la zona por la que paseaba a diario su perro. Claro que el amigo en vez de preguntar por la moto o simplemente pedir información a tráfico se apropió de la moto con la intención de restaurarla. Pero como además de ser un ladrón nuestro amigo no parece muy manitas tras ver que la restauración quedaba fuera de su alcance puso la moto a la venta a través de Facebook.
El anuncio atrajo la atención de la policía y cuando le pidieron al vendedor algún tipo de documentación este se justificó diciendo que como la moto sólo se usaba por el campo nunca había tenido matrícula ni documentación. Ahora, una vez admitido el delito la defensa de este amigo de lo ajeno argumenta que el delito no es tan grave porque cogió la moto a plena luz del día. Y que como esta se encontraba apoyada contra la pared él pensó que no la quería nadie. ¡Menuda lumbrera!
Si no fuera porque se trata del robo de una moto que, por muy vieja o abandonada que estuviera, pertenecía a alguien, la situación merecería una sonrisa. Pero no hay que olvidar que gente como este paisano hay mucha que se piensa que en cuanto algo parece que no tiene dueño es así, se lo apropia sin preguntar y deja al legítimo dueño con un par de narices. Con lo fácil que habría sido buscar al dueño y ofrecerle cuatro duros por su montón de hierro. Ahora le toca afrontar un juicio por robo, pagar las costas, la multa y contar con unos bonitos antecedentes por robo en su historial.
Vía | Visordown Foto vía | Le container