Esta es la historia de una KTM 390 Duke robada y recuperada gracias a la colaboración motera

Esta es la historia de una KTM 390 Duke robada y recuperada gracias a la colaboración motera
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El pasado mes de junio ocurrió una de esas historias que nos llenan de fe en el colectivo motero. Los robos son una de las peores pesadillas de cualquier aficionado a las dos ruedas y los ladrones son una amenaza constante para cualquier motero. Pero los robos a veces tienen un final feliz, como el que hoy nos ocupa.

Esta historia es la prueba de que con un poco de colaboración colectiva, el uso de las redes sociales para algo más que compartir memes y unos nervios de acero se puede recuperar una moto sustraída de la que todos podemos aprender una valiosa lección.

De cómo te roban una KTM personalizada y la recuperas casi intacta

Ktm 390 Duke Robada

El protagonista de esta historia es Shmuel Avital, un exmilitar israelí que emigró a Estados Unidos, se asentó en Nueva York y abrió el Spiegel, un conocido restaurante del East Village. Avital acudía al trabajo todos los días en su preciada KTM 390 Duke personalizada y la aparcaba en la puerta de su local, hasta que un día la moto simplemente desapareció.

La 390 Duke estaba desprovista de todos sus plásticos, con un depósito ahora pintado en azul con líneas blancas y negras (decoración clásica de la marca) en contraste con el chasis y las llantas naranjas de KTM, calzada con neumáticos de tacos y un faro delantero redondo clásico con cristal amarillo Hella. Todo el cariño que Shmuel puso en su moto se esfumó.

Avital inmediatamente subió fotos de su moto a sus redes sociales junto a su número de teléfono. Aprovechando su gran cantidad de contactos en Nueva York el suceso rápidamente se hizo muy conocido entre los grupos de moteros neoyorquinos, especialmente entre los Missfires, Motofellas y NYC Classic Riders, tres grupos que se precisamente se reunían en el Spiegel los martes por la noche.

Al día siguiente un conductor de autobuses que hacía su ruta por el Bronx y que se había enterado del robo vio pasar la moto junto a él e inmediatamente avisó a Avital, quien no se lo pensó dos veces, avisó a Brian Hamilton, un amigo de la Highway Patrol, y salió en busca de su moto con su otra montura, una KTM 1290 Super Adventure R.

Ktm 390 Duke Robada 3

Ayudado por las indicaciones del conductor de autobús, Avital logró encontrar a Dequavias Lewis, el supuesto ladrón de su moto quien estaba conduciéndola por el Bronx y... no hizo nada. Sólo siguió a Lewis hasta que se paró y entonces... tampoco hizo nada. Shmuel entró al delincuente para hablar sobre la moto tan peculiar que llevaba y simuló estar interesado en comprársela.

Lewis comenzó asegurando que se la acababa de comprar para posteriormente cambiar su versión a que sencillamente no era suya, pero Avital mantuvo la calma y continuó distrayendo a Lewis hasta que Hamilton llegó al lugar donde ambos se encontraban.

En el momento que Lewis vio el coche patrulla y se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo intentó huir a pie, pero Avital estuvo rápido y placó al malhechor hasta que el policía le detuvo para posteriormente tenerse que enfrentar a cargos de tenencia de propiedad robada y conducir sin carnet.

Poco después de los hechos, la KTM 390 Duke de Avital volvía a estar aparcada frente a su restaurante y, aunque había sufrido algunos desperfectos como la pérdida del faro delantero, no había un mejor motivo para reunirse el martes por la noche con sus amigos moteros.

Como guinda del pastel, Avital afirmó posteriormente que le gustaría traer a Lewis a la comunidad motera, pero "por el camino correcto. Sólo es un chico joven con héroes terribles".

Ktm 390 Duke Robada 1

De esta historia podemos sacar una valiosa lección y es que, aparte de no darnos nunca por vencidos cuando nos roban una moto, la colaboración con esas publicaciones que nos encontramos en redes sociales y que muchas veces ignoramos puede ser la diferencia entre que su propietario pueda recuperarla.

Pero sobre todo, siempre que nos encontremos en una situación así, nunca, repetimos, nunca debemos tomarnos la justicia por nuestra mano ni ponernos en una situación de peligro innecesaria. Lo de placar a Lewis igual fue una flipada que le salió bien al protagonista de la historia, pero sigue siendo poco recomendable.

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