GP Argentina 1994: cuando Jorge Martínez «Aspar» desafió a Yamaha para ganar por última vez

GP Argentina 1994: cuando Jorge Martínez «Aspar» desafió a Yamaha para ganar por última vez
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Ya no se corre en ese circuito, y tampoco existe la categoría de 125cc pero con motivo del Gran Premio de Argentina que se celebra este fin de semana, es un buen momento para recordar la última victoria de Jorge Martínez «Aspar» en el mundial. Y no porque fuese su última victoria sino porque la consiguió desobedeciendo a Yamaha.

Nos trasladamos así a 1994, al Autódromo Óscar A. Gálvez de Buenos Aires (Catedral del Automovilismo de Argentina), donde se celebraba la penúltima cita del Campeonato del Mundo y, concretamente, la de 125cc y a donde Jorge Martínez «Aspar» llegaba en su primera temporada en el equipo Yamaha.

No estaba siendo un buen año para él y sólo había podido conseguir dos podios en las 12 carreras anteriores (tercero en Malasia y segundo en Holanda). La Yamaha era muy ágil, demasiado, y tendía a no ser demasiado estable en curvas rápidas. Aun así el chasis era bueno, mucho mejor que el motor que era un carrito de polos comparado con el de Honda.

Desde el equipo pidieron en repetidas ocasiones que les suministrasen un chasis con un lanzamiento de horquilla mayor (de aquella no se podían regular), pero ese chasis no acababa nunca de llegar. Entonces y en contra de lo que había dicho Yamaha, cortaron el chasis para modificar la geometría. El ingeniero de Yamaha que tenían en el equipo les permitió hacerlo "aunque mirando para otro lado y sin que saliese de allí".

Ni siquiera metieron la moto en el banco para volver a soldar el chasis recto, y se plantaron en Argentina con dos motos: una con el chasis original y otra con el nuevo. Rápidamente comprobaron en entrenamientos que la moto se comportaba mejor que la oficial y decidieron salir con ella a carrera.

Allí y tras una feroz lucha con Noburu Ueda, Jorge Martínez «Aspar» se llevaba la victoria en la que sería la última vez que pisaría el escalón más alto del cajón en el Campeonato del Mundo. El ingeniero japonés estaba llorando cuando llegó a boxes y posteriormente le contó lo sucedido a Yamaha. No perdió su empleo pero la respuesta desde Japón fue clara y concisa: muy bien, pero esperamos que no se repita. Para ellos, metódicos al máximo, la forma de trabajar instintivamente del equipo latino escapaba a la razón.

Aquella victoria fue muy buena porque el motor de la Yamaha no corría nada, pero el chasis iba muy bien y solo había que cambiar pequeñas cosas. Teníamos en el equipo al piloto japonés Yoshiaki Kato. Naoya era mecánico y contábamos con otro ingeniero de Yamaha que hoy trabaja en los chasis de las MotoGP. Vivían en Alcira con nosotros. Antes de ir a Argentina, yo estaba seguro de que había que modifi car el chasis en la inclinación de la horquilla, ya que no era como actualmente, que puedes modifi car un montón de parámetros en un bastidor.

En un momento dado le dije: “Oye, vamos a cortar el chasis para poder darle esa inclinación”, pero nos miró con cara de susto, comenzó a gesticular y a decir a voces que nos habíamos vuelto locos. Traté de tranquilizarle y convencerle de que había que hacerlo, pero se negaba rotundamente a ello. Entonces le propusimos que se fuera a casa y que cuando volviera por la mañana ya estaría todo hecho. Seguía diciendo que estábamos locos, pero de alguna forma accedió a ello. Cuando se marchó cortamos la pipa de dirección del chasis por debajo para cambiar la inclinación, y de esta manera ganar mayor apoyo en las frenadas. Al día siguiente volvió y cuando vio lo que habíamos hecho, nos hizo jurar que aquello nunca iba a salir de allí. Yo le dije que no se preocupara por eso, que siempre guardaríamos el secreto. Todo aquello le impactó mucho, pero llegamos al GP de Argentina y ganamos. El japonés lloraba y no paraba de repetir: “¡No puede ser, no puede ser!”

A día de hoy y si se planteara de nuevo el caso, Jorge no tendría ningún problema en volverlo a hacer. Es más, si el supiese de alguna modificación que se pudiese hacer las motos actuales de su equipo para que fuesen mejor, las haría sin preguntar. Luego ya daría las explicaciones, pero** lo que manda siempre en primer lugar son los resultados**.

Vía | MotoGP, Motociclismo

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